...De cine NADA ES ALGO EN BLANCO Y NEGRO:
José Luis Jiménez Rodríguez.
en
la rebotica del ser humano
armado de supersticiones.
El
participio pasivo de los locos
se
materializa en el aire
bajo el quejigo espera la muerte
reflejada en el arroyo.
Oigo tu polifónico canto de profundo sabor a mar, quiero ser secuestrado
por ti y pasar la vida asomado a la seductora ventana, donde se funde lo real
con la ficción, protegerme en la trinchera foso edificado con íntima
oscuridad en el patio de butacas, pasear por el atrezo de minuciosos detalles,
notar sensaciones inalcanzables, pasear entre las misteriosas montañas y
escalarlas con la mente, que mis indefensas retinas beban las imágenes
guardadas en las gotas de luz, libres de la contenedora linterna
mágica de despertares en cinemascope, ellas nos trae por el firmamento a los
míticos astros archivados en fantasías, proyectados sobre el valle perdido de
la pantalla, misterio que el Olimpo del celuloide nos regala (previo paso por
taquilla) con la plasticidad que los dioses convierten a esas estrellas,
manantial narrativo a través de comedias con enloquecedoras situaciones, dramas
capaces de conmover al crepúsculo de la vida, aventuras sobre paisajes
inventados, dificultosas supervivencias con animales salvajes y salvajes
explosiones de artificios, carreras por parques y jardines en busca de la
"prota" raptada y un beso en la pábula boca de seductor rojo carmín.
Con una rara inquietud espero a que estos sentimientos me invadan, aderezados
con filosofía poesía y música, se cocine el plato que sacie mi apetito de
voyeur que en algún rincón del ser escondo, poder subirme a la noria astral dar
vueltas corriendo el riesgo de tropezar conmigo mismo dejándome atrapar por el travelling,
entrar en conflicto de cada historia eligiendo el personaje de cada
"peli" rumiarlo y renovarlo al día siguiente, buscando por los
rincones del discurso mi papel en el séptimo arte, entre las antorchas de
las catacumbas, los decorados subvertidos por el cartón piedra, lugares
periféricos tormentas de arena por las que pasa la tentación montada en
bicicleta, es la fábrica de sueños. (Bella definición que alguien acertó a
decir).
viaja hacia un lugar común
a
lomo de chuzos de punta
mi
torpe espíritu despeinado
tiene otra forma de entender la vida
va
por su camino confiado y sin recetas.
J.L. Jiménez Pegüi.
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