martes, 15 de mayo de 2018

VIAJES: Imágenes de Marrakech; Paco Aguilar.

REVISTA Nº 2: mayo 2018

Imágenes de Marrakech:
Paco Aguilar

Hace nueve años hice un viaje a Marrakech. El viaje fue un regalo de cumpleaños para V. Por esas cosas de la vida, rompí la relación unos días antes de tomar el avión, y decidí viajar solo. Esta es la crónica de aquel viaje, en el que por alguna corazonada decidí dejar en casa la cámara de fotos. 
Ahora entiendo por qué hace dos días, al salir de Málaga rumbo a Marrakech, decidí no llevarme conmigo la cámara de fotos. El primer pensamiento fue que así podía moverme más ligero por sus calles, sin la incomodidad de la réflex tirándome del cuello al caminar.
Realmente no quería ser un guiri más en la ciudad, inmortalizando imágenes singulares: la trágica belleza de la miseria; sus mujeres, con o sin burka; las infinitas arrugas de los ancianos de mirada ausente; sus coloridos y caóticos mercados; el bullicio de sus calles; la suciedad de muchos de sus rincones; la artesanía... 
Marrakech es una enorme ciudad de tremendos contrastes y es fácil sacarle partido a una buena cámara con la que capturar algunos instantes de su vida bulliciosa o de sus acogedores ryads. Pero eso no es lo que yo quería hacer en Marrakech, aunque no lo supe hasta llegar aquí. Más bien dejé que Marrakech me viajara, dejé que sus calles y sus gentes vinieran a mí. Dejé que Pepa me instalara en su ryad y me propusiera un guía, Ismael, quien me condujo por los rincones de Marrakech más transitados por turistas.
Luego le pedí que me enseñara esos otros sitios reservados a los marrachíes. Me dejé llevar por sus calles con pocos dirhams en los bolsillos y sin intención de comprar, aún menos de hacer fotos impactantes para mostrar a los amigos. Quise fotografiar con el alma las gentes y circunstancias que vinieron a mí, sin más intención que mostrar lo que sentí en estos tres días de inmersión en Marrakech. 

PLAZA DJAM EL FNA. Restaurantes ambulantes.
Comiendo en uno de los restaurantes ambulantes de la plaza me convierto en otro guiri más de los
cientos que a esa hora deambulamos o comemos por la plaza. Menú rápido para guiris: un escaso tallín de verdura, una tapa de cordero guisado, unas aceitunas marroquíes y un par de salsas para mojar pan. 100 dirhams, 9.10 euros. Intento parar el piloto automático que me lleva inmediatamente a comparar precios y lugares. La imagen muestra una tabla larga apoyada sobre caballetes y cubierta por un plástico, con un par de bancos a los lados a modo de asiento colectivo. En la mesa estábamos dos parejas de españoles, Ismael y yo. Apenas cruzo un par de frases con los otros españoles.

Los platos son ridículos (en cuanto a cantidad) e insípidos. De la higiene mejor ni hablar. No hay servilletas, ni manteles. A la mesa no le pasan ni un trapo, y viendo el trapo mejor que no lo hagan. Te sirven el pan con las manos. En fin, mejor dejarse los escrúpulos en casa. 
 
PLAZA JAAMA EL FNA. Encantador de serpientes.
En otro rincón de la plaza, un encantador de serpientes charla con otro árabe mientras, a su lado, una cobra erguida en actitud amenazante permanece inmóvil durante minutos. La observo con curiosidad, la rodeo a la distancia que me permite mi prudencia y la cobra no se mueve un milímetro. Parece, como su encantador, esperar el momento propicio. Él para pedir unos dirhams, ella para morder. 
PLAZA JAAMA EL FNA. Músicos Gnawa.
No muy lejos de allí, un grupo de músicos gnawa toca los tambores, el guimbri y las qraqebs. El ritmo ternario aparentemente irregular de los tambores tira de mí, me atrae como un imán a un trozo de hierro. Los qraqebs, una especie de castañuelas de metal, marcan un ritmo imposible de plasmar en un pentagrama.  Ante esta imagen, sólo cabe cerrar los ojos y sentir esta. 


PLAZA DJAM EL FNA. Los puestos de naranjas.
Siguiendo la plaza, llego a los carromatos de las naranjas. Son carrozas que parecen diseñadas hace
un siglo, que se utilizan aún, tirados por caballos, para llevar a los turistas de paseo por la ciudad. El colorido de los puestos de naranjas contrasta con un atardecer sombrío en un día en el que el sol apenas ha asomado entre las nubes. Parece una foto de colores invertidos: en lugar de un paisaje gris con atardecer naranja entre nubes hay un paisaje naranja frente a una puesta de sol gris, apagada. Anochece sin más ceremonia, como si alguien redujera la intensidad lumínica del sol de forma gradual. La plaza destaca aún más en la semioscuridad del atardecer, como si el resto de la medina fuese tragado por un abismo sin luz. 

CALLE BULLICIOSA.

No voy a ningún sitio, dejo que me lleve la calle. No miro nada concreto, voy atento a todo. Los marroquíes van generalmente a toda prisa, sorteándose unos a otros. Parece increíble que no choquen entre ellos. A veces, de entre un grupo de marrachíes que circulan rapidísimo, sale un ciclomotor esquivándolos y se dirige hacia un carro tirado por un burro que viene en dirección contraria. Delante del ciclomotor va un coche que se pega a la pared. Los peatones, en una fracción de segundo, desaparecen de la calle. De repente, el ciclomotor adelanta al coche y parece que va a chocar con el burro, pero en el último segundo el coche se para y deja espacio para que pase el ciclomotor. Éste le pita a un peatón para que se aparte y al esquivarlo aparece de frente otra moto, con la que está a punto de chocar. Ambos desvían la trayectoria en el último momento y uno de ellos casi se mete dentro de una caja de sandías de un puesto de frutas. En medio de varios ciclomotores y bicicletas que se esquivan mutuamente aparece un peatón que cruza en perpendicular y milagrosamente no lo atropellan. Y esto no es un momento particularmente intenso, es así a cada instante. Apenas hay pasos para peatones, y donde los hay no existe ninguna seguridad de que los vehículos se detengan. Aún así, apenas hay accidentes. 
 
GUIRIS PINTANDO EN UNA CALLE.

Me dejo llevar por una de las calles de la medina, contagiado por el bullicio y las prisas de los marrachíes, y al doblar una esquina topo de frente con un grupo de turistas, sentados en el suelo, pintando sobre un lienzo un rincón típico de Marrakech. No recuerdo con qué material pintaban, posiblemente con lápices y pastel, pues no utilizaban caballetes. Sí recuerdo que en estos dos días no he visto a nadie pintar en la calle en una ciudad muy frecuentada por bohemios y artistas. De repente me los encuentro a todos juntos, pintando el mismo rincón de la medina, apretujados en una esquina de mucho tránsito, evitando ser arrollados por los viandantes, bicis, motos, carretas y coches que a esa hora inundan las estrechas calles de la medina. Curiosamente ellos, que se afanan en pintar un rincón pintoresco de Marrakech, son lo genuinamente pintoresco del momento, y los marrachíes de paso se detienen unos segundos para ver qué pintan esos guiris de piel rosada, que de cuando en cuando se untan crema solar para no quemarse. 
NIÑOS JUGANDO.
Cansado del bullicio de la calle por donde voy, giro a la izquierda y me interno en una calle casi vacía, a excepción de un par de guiris que comen un bocadillo alejados del tránsito, y dos niños que juegan al fnal de la calle. Me dirijo hacia allí. Un niño de unos cuatro años, subido en una pequeña bicicleta de plástico de ruedas amarillas y verdes es empujado por una niña algo mayor que él. Gritan y ríen despreocupadamente. Sus rasgos árabes son suaves, su piel rojiza, su mirada limpia e inocente, sin miedo, con la frescura de quien vive en contacto con la calle, con la vida. Su padre, algo retirado, baja la mirada al verme llegar y evita cualquier contacto. Busco la mirada de los niños y al pasar junto a ellos nos miramos en silencio.

 




Después de volver a Málaga y releer lo escrito,me doy cuenta de que las imágenes,

además de mostrar lo que sentí,
muestran también lo que cambió en mí

durante esos días en Marrakech.
Y quiero agradecer:
a Ismael su cariño y su delicioso tajine,

a Pepa su sinceridad y su cuadro de Frida Kahlo,

y a V., porque sin su ausencia este viaje
no hubiese sido el mismo.

POESÍA: Silencio; Lourdes Hernán Pérez.

REVISTA Nº 2: mayo de 2018
 
Silencio:
Lourdes Hernán Pérez
 
 
 
Silencio
 
Sin palabras,
 
abrazas mi espacio
con fragancias etéreas,
deslizando tus alas
entre mis sombras,
transformando el invierno
en dulces caricias
que traen serenas,
la eterna verdad.
.......
 
Lourdes Hernán

POESÍA: Conciencia de Amapola; Esther Font de Mora.

REVISTA Nº 2: mayo 2018

Conciencia de Amapola:

Esther Font de Mora

Ilustradora Sonia Piñeiro


Conciencia de Amapola
Sobre la risa del frío;
Blanca espuma,
Llega la luna
 
 
Los espíritus manchan el fuego,
Luego lo apaga el viento
La luz de luna de mis pensamientos
.......

Esther Font de Mora
 

 

lunes, 14 de mayo de 2018

RELATOS CORTOS: Elucubraciones sobre el caleidoscopio de tu corazón; José Luis Jiménez Pegüi.

REVISTA Nº2: mayo 2018

Elucubraciones sobre el caleidoscopio de tu corazón:
José Luis Jiménez Pegüi.
 
Si tuviera que dirigirme a ti, Paca, lo haría como lo estoy sintiendo, con el centro de mi mente derramado del color ígneo que vivía en tu pelo. Corazón generoso destello geométrico con cuatro lunas donde batallaba tu orgullo andalusí, los tonos suaves de tu voz acompañados musicalmente por los instrumentos que el tiempo quebró, ilusiones melómanas que acunabas en tus oídos hasta emborracharte con el néctar de los pentagramas. Mariposilla que el vuelo te acercó al calor de los libros, los días otoñales en el retiro de ese Madrid, ¿te acuerdas de los poemas que leímos juntos y te hacían soñar?,  los que nos dedicaron aquellos locos ilustres de elegante y extravagante rareza creyentes de lo imposible, con ellos subiste al cielo a enladrillarlo, a jugar con las fantasías a encender el fuego de tu risa la que no sabías reprimir. 
 Deshojando la rebelde margarita del pudor, siempre decía que no, independiente nunca quisiste tener tu media naranja, preferiste  medio limón, fruta ácida  de delicadas metáforas, con furtivas pasiones te fundiste en otro cuerpo hasta perder la noción de las fronteras.

Crono te dio una caracola por talismán y te llevó a la sabia y ebria Grecia de Sócrates, amabas a los pueblos andaluces sencillos y libres, razonabas como vivían en estos pagos sus gentes. Anduviste por los bosques poéticos de Neruda, llena de ecos y voces nostálgicas, jugaste por ellos con peces voladores, rozaste tibios labios y encontraste el calor que te envolvía  la paz del reposo que la noche lleva en su azul oscuridad. Te buscaron las parcas cargadas de injustas felonías, egoístas y traicioneras te acapararon para ellas solas, nos despojaron de tu aliento con dentelladas brutales, te raptó para sus entrañas, que trágica burla del azar, lo escribió el poeta de Orihuela, no perdonando a la muerte enamorada, no perdonando a la vida desatenta.

jueves, 10 de mayo de 2018

HUMANIDADES: Las Sirenas del Pacífico; Sonia Rive.

REVISTA Nº 2: mayo 2018

Las Sirenas del Pacífico:
Sonia Rive


LAS SIRENAS DEL PACÍFICO

La palabra sirena nos evoca a la protagonista el cuento  de Hans Christian Andersen o a los  seductores  seres mitológicos  de  La Odisea. Esas criaturas, mitad mujer mitad pez, no existieron, pero sí las mujeres sirenas.
Ellas, conocidas como Las Sirenas del Pacífico, fueron mujeres japonesas dedicadas  a la recolección de perlas, mujeres de todas las edades que se sumergían en el océano y hacían descensos a pulmón de más de veinticinco  metros de profundidad,  a pesar de las bajas temperaturas del Pacífico. Ese era su trabajo.
Hablamos de las Ama, buceadoras entrenadas desde niñas  para convertirse en excelentes nadadoras y
expertas apneístas que con los pechos desnudos  y equipadas con unas gafas de bucear y un pequeño bañador, fueron transmitiendo los secretos de esta tradición milenaria generación tras generación.
      
Así eran las Ama, niñas que se hicieron mujeres en las profundidades del océano. Mujeres fuertes y funcionales de exótica belleza que formaban parte del mar y el mar parte de ellas. En definitiva,  sirenas
Fotografías de Iwase Yoshiyuki, tomadas en los ños 50 en las costas de Japón.
 



 

ARTES PLÁSTICAS: Métodos Escultóricos; José Manuel Martín Aguilera.

REVISTA Nº2: mayo 2018

Métodos escultóricos
José Manuel Martín Aguilera
 
 
 
MÉTODOS ESCULTÓRICOS:

Hércules Gaditano
La escultura, se preocupa principalmente de los volúmenes externos. La percepción de una escultura requiere muchos puntos de vista diferentes y por eso es necesario considerar el espacio externo como un ámbito que condiciona la obra escultórica.
Las esculturas pueden ser pensadas y creadas de dos modos antagónicos entre sí (añadiendo o sustrayendo materia), a los que se suma un tercero, el de vaciado. El primero consiste en que el escultor, a medida que concibe la figura, la crea, añadiendo materia sobre una armadura mínima, encolando, soldando o modelando diversas piezas o trozos de madera, metal o arcilla.
El otro método consiste en partir de un bloque compacto: la escultura ya está ahí y solo hay que quitar el material que sobre. Cuando el escultor va rebajando la piedra o la madera, genera la figura y el resultado es lo que queda sin tocar. El gran riesgo que se corre con este método, es el de no poder añadir nada, en caso de error, por lo que se suelen hacer minuciosos estudios previos, incluso un modelo en escayola a tamaño natural, del que se obtienen las medidas necesarias para no equivocarse.
Fundición
El método del vaciado, una vez diseñada la obra, consiste en obtener un molde de ella y reproducirla con el una o varias veces en un material que pueda obtenerse en estado líquido y que después termine fraguando y endureciendo (cera, escayola, cemento, metal fundido, plásticos, etc). Gracias al vaciado, se puede obtener, en materiales duraderos. Detalles delicados y sutiles, que nunca se habrían conseguido, trabajando directamente sobre el material. El vaciado, permite incluso reproducir en otro material las obras realizadas en los otros dos métodos.
Un aspecto interesantísimo de toda escultura, es su acabado final. Este puede variar mucho, desde la pulimentación hasta la policromía, pero en cualquier caso, nunca será un elemento accesorio, sino un componente esencial del hecho escultórico, sin el cual no puede entenderse la obra creada ni a s creador. Piénsese por ejemplo, que jamás podremos comprender del todo las esculturas griegas, mientras sigamos viéndolas sin su policromía original.

POESÍA: 126 Flores; Yohana Anaya Ruiz.

REVISTA Nº 2: mayo 2018
 
126 Flores:
Yohana Anaya Ruiz
 
 
 
Árbol de Guernica

 
126 FLORES
 
Los niños ya no jugaban en la calle,
los juguetes fueron sustituidos por armas,
por lágrimas, por cadáveres.
 
Apenas eran las seis de la tarde,
no había nubes, pero el cielo estaba gris.
El luto abrazó Guernica
y, entre gritos, la vio morir.
 
Los hogares se transformaron en llamas,
en recuerdos que sólo tienen los muertos.
126 sonrisas de un soplo fueron apagadas,
sus nombres nunca existieron.
 
Ahora deambulan por el pueblo
buscando aún el porqué,
convertidos en fantasmas,
en ruinas descompuestas de carne y hueso,
en injusticia que no debe ser olvidada.
 
Y es que, aquella tarde, la felicidad fue asesinada.
 
..........
Yohana Anaya Ruiz

 

POESÍA: Eternamente; Lourdes Hernán Pérez.


REVISTA Nº 2: mayo 2018
 
Eternamente:
Lourdes Hernán Pérez

 
 
 
 


Eternamente
 
Voy a crear ventanas…
para acercar universos
y pintar de acuarelas
los sueños perdidos
donde vuelvan a sentir
el deseo de volver
a buscar la pasión
de seguir existiendo.
***
Lourdes

DIETÉTICA Y NUTRICIÓN: Batidos de Frutas y Hortalizas; Irene Aijón

REVISTA Nº 2: mayo 2018

Batidos de Frutas y Hortalizas:
Irene Aijón
 
BATIDOS DE FRUTAS Y HORTALIZAS
 



Ya se acerca el buen tiempo y debemos estar bien hidratados, por ello os invito a que sigáis leyendo para que descubráis las maravillas de las Frutas y Hortalizas.
Os hablaré desde el punto de vista Dietético, funcional y como llegó a nuestras casas.
Deliciosos y sanos, los batidos de frutas y hortalizas son las bebidas más de moda.  Todo empezó en los países cálidos con una gran variedad de fruta, probablemente se han bebido todo tipo de mezclas de frutas desde hace miles de años, sin mirar el aspecto dietético. Pero la gran revolución empezaría con la incorporación de las batidoras a mano y eléctricas. Empezando con zumos simples de limonada y llegando a complicarse hasta nuestras fechas los llamados “Smoothies”. Todo comenzó por el 1960 en Nueva Orleans, donde vivió Stephan Kuhnau. Kuhnau sufría de varias alergias alimenticias, y además era diabético. A él fue quien se le ocurrió la idea de ir probando en batidos mezclas de fruta frescas y otros complementos alimenticios para aliviar sus síntomas. En muy poco tiempo su estado de salud fue mejorando notablemente y empezó a abrir en 1973 su primera tienda de batidos, sanos y saludables. Luego siguió abriendo por casi todas las ciudades de Estados Unidos y a varias tiendas empezó a llamar “Smoothies”. Y ya desde algún tiempo se fue extendiendo por toda Europa.
Hoy día ya está científicamente admitido que, desde el punto de vista de la fisiología de la nutrición, tiene mucho más sentido ingerir fruta y verdura en su forma fresca que sustituirlas por vitaminas y sustancias nutritivas.
Las frutas frescas y verduras contienen fibras, vitaminas y antioxidantes, casi nada. Es por ello, que las campañas de Suplementos se ponen las pilas para vendernos las píldoras de la vida eterna, pero no dejaros engañar que más vale fruta en mano que grageas industriales que no se sabe muy bien que es.
Destacar que consumáis la fruta fresca de temporada y a ser posible de nuestras cosechas cercanas: del vecino, amigo, conocido, a esto me refiero de nuestra tierra, porque el sentirse cercano es sentirse bien y si no tenéis acceso a ello, echarle un vistazo a la etiqueta la procedencia.
No me enrollo más y os dejo un par de recetas para que pongáis en prácticas estas bebidas saludables.
Podéis mejorar la palatabilidad con bebidas de almendras, soja, leche, yogur, etc.  También podéis congelar la fruta unas horas antes de degustar vuestro batido, pero para ello, tenéis que disponer de una buena batidora. Y muy importante dejar llevaros llevar por la imaginación.
Empezamos con un batido de fruta de temporada LA FRESA.
 
BATIDO DE FRESAS


Para dos vasos grandes
300 gr. de fresas
100 gr. de frambuesas
1 Plátano
1 Cucharada de azúcar avainillada
 
 
 
 
 
 
 
 
1.- Escoja, lave y deje secar bien las fresas y reserve unas cuantas. Pele el plátano.
2.-Déjelo durante al menos una hora en el congelador.
3.-Diluya el azúcar avainillada en agua, transcurrido el tiempo incorpore a la batidora de vaso toda la fruta y mezclar bien. Si desea que le salga más líquida solo tiene que añadir un poco de agua.
4.-Reparta el batido entre los vasos y adórnelos con las fresas reservadas.

BATIDO DE ZANAHORIA CON NARANJA
 
 


Para dos vasos grandes
2 Zanahorias
1 Pomelo
1 Naranja
1 Plátano
Zumo de limón
1 Kiwi para adornar
1.- Lave las zanahorias, pélelas y trocéelas. Pele el pomelo y la naranja retirando bien toda la parte blanca ya que dará un sabor amargo y eso no queremos que ocurra. Pele el plátano.
2.- Triture en la batidora todas las frutas y la zanahoria hasta obtener una textura homogénea. Añade un poco de agua para diluir el batido y aderécelo a su gusto con unas gotas e limón.
3.- Pele el kiwi y córtele en rodajas. Adorne los vasos con las rodajas de kiwi y el batido estará listo para servir.

 

 


 

lunes, 7 de mayo de 2018

ARTESANÍA: Historia de la cerámica II; José Manuel Martín aguilera.

REVISTA Nº 2: mayo 2018
 
El Calcolítico o Edad del Cobre (C.2500-1500).
José Manuel Martín Aguilera

 
 
Vasija Calcolítica.

 La aparición de los metales, surge como consecuencia de la sedentarización del ser humano, así como en el progreso en la utilización del fuego, que posibilitaba la explotación de unos minerales de los que se obtenían unos materiales que se caracterizaban por su gran maleabilidad o dureza.


Cerámica Campaniforme. La Atalayuela,
Agoncillo. Calcolítico 20000-15000 a.C.

 
 A la cerámica calcolítica se la denomina precampaniforme o no-campaniforme para distinguirla de los vasos campaniformes que en parte fueron contemporáneos. Son vasijas de tamaño mediano, más bien pequeño, a veces con la superficie lisa, pero mayoritariamente decoradas por fuera, si se trata de jarras y también en el interior, en el caso de los cuencos. La incisión es la técnica utilizada y los motivos decorativos, suelen ser desde simples incisiones a combinaciones de figuras esquemáticas como soles o símbolos oculados, ramiformes, triángulos y cérvidos esquematizados, aislados o combinados acompañados de motivos geométricos.
 

Cuenco con decoración excisa. Partelapeña.
El Redal. Edad del Hierro Siglo VIII-VII a.C.
 



Cuenco Calcolítico.

ACTUALIDAD CULTURAL, "La Measalves"; José Luis Jiménez Rodríguez.

REVISTA Nº 2: mayo 2018
 
LA "MEASALVES":
José Luis Jiménez Rodríguez

 
No deja de fascinarnos el dramaturgo Jacinto Esteban Suárez con la obra que está representando en el teatro alameda de Málaga, "la measalves" (otra amante del rey), junto a la actriz Rosa Castro García y el compositor e intérprete de música Chapí Pineda. Jacinto excava armonía y aplica el ritmo perfecto a una obra auto-reflexiva, muestra el pensamiento de una vida en voz alta confesada a un cadáver ausente presente, el autor propone sobre el escenario al personaje en un viaje de ida lúdico y de regreso terrenal, nos vuelve a sorprender Jacinto con una obra de textura nostálgica donde sumerge a los espectadores en la clave de una época, los hace vibrar con las indecisiones cuando el elemento principal se pregunta, quién he sido, por qué he hecho lo que he hecho y para qué he vivido, Jacinto Esteban graba la justa cadencia al diálogo y a la situación sobre las que danzan las desdichas zaheridas y el risueño recuerdo.

La puesta en escena dirigida por el dramaturgo e interpretada por la diosa Rosa Castro juntos hacen que la poesía viaje por el escenario de la mano de la actriz, encarnando la dramatización del único y poliédrico personaje, Rosa mantiene el equilibrio de idas y venidas dominando el escenario, sumergiendo al auditorio en la espera de la siguiente sorpresa, esta actriz de dilatada carrera con su interpretación hace que el guión si utópicamente tiene alguna rendija gane en solidez, el personaje interpretado magistralmente nos traslada a aquellos burdeles de la España mojigata y de dobleces.
La castro con su apasionante actuación mantiene vivo al público, se muestra explosiva e introspectiva midiendo los tiempos para que nada quede suelto, construye una expresividad sin hacer notar el paroxismo interpretativo, ni cuando lleva la situación al más absoluto silencio (donde se nota el valor de la música). Rosa Castro García crea tensión y calma como la actriz que es actriz en superlativo.
 
 La obra nos muestra otro elemento sobre el escenario, al compositor e intérprete de la música, capítulo imprescindible del drama, Chapí Pineda bañado discretamente por la sombra hace sonar la limada guitarra, la música del maestro inicia el espectáculo con un juego sencillo de acordes, cuyo lenguaje marca complicidad con Rosa y refuerza el sentido escénico, Capi Pineda suma con su creación artística la mágica atmósfera de esta obra de teatro, su música es el aire que rodea a una escultura es el aire que se convierte en imprescindible complemento de ella.
 Mi enhorabuena a los tres, director, actriz y músico por haber conseguido poner el cartel de agotadas las localidades varias noches y que la empresa al ver cómo ha respondido el público haya prorrogado mas días la representación.

viernes, 4 de mayo de 2018

AUTORES/AS Y SU OBRA: Romaine Brooks, (La ladrona de Almas); Sonia Rive.

REVISTA Nº 2: mayo 2018
 
ROMAINE BROOKS, LA LADRONA DE ALMAS
Sonia Rive
De la historia, me fascina especialmente la que transcurre entre la Belle Époque y los locos años 20, ambas inclusive. Entre las páginas, siempre busco a las mujeres de esa época. Ellas, sus obras, sus vidas, captan toda mi atención, porque fue con ellas, con las que se negaron a ser simples objetos decorativos, las ávidas de arte y libertad, las que lucharon por su derecho a la creación, con las que el cambio para la mujer comenzó.
 Leyendo la historia de algunas de las lesbianas de la época, me encuentro con un nombre que se repite –ya sabemos que en “nuestro mundo” (el lésbico), al final siempre hay nexos de unión que nos interrelacionan-. El nombre es el de la pintora Romaine Brooks, y su historia, que merece la pena conocer, es la que hoy os comparto. Espero que os resulte interesante.
La pintora nació en 1874 en Roma en el seno de una familia adinerada estadounidense y murió en Niza a punto de cumplir los 96 años. Su vida, en todos los aspectos, fue larga, intensa y muy interesante.
Rebelde y transgresora, jamás ocultó su orientación sexual, algo poco complicado gracias a su posición social y económica: beneficiaria de una herencia millonaria, se movía entre los creativos, bohemios y homosexuales que abundaban entre la clase alta europea de la época y los expatriados estadounidenses.
En 1910, Brooks se instala en París atraída por todas las emociones fuertes que ofrecía la ciudad  y, especialmente, por Winnaretta Singer, su amante de entonces  -una joven millonaria casada con el Príncipe de Polignac  en una de esas “uniones blancas”  entre gay y lesbiana-.
En 1911 Romaine se enamora locamente de la bailarina rusa Ida Rubinstein, una de las bellezas icónicas de la Belle Époque, convirtiéndola en modelo de muchos de sus cuadros, varios de ellos,  de claro cariz sexual -en La crucifixión, Rubinstein aparece desnuda, tumbada tras el éxtasis-. Sus pinturas, como ella misma,  desafiaban la moralina de la época, en la que los desnudos eran un tema vedado a las mujeres pintoras.
El romance entre la bailarina y la pintora finaliza cuando Brooks, adicta a las relaciones sociales y al  vértigo de la ciudad, se niega a vivir en un retiro rural cuando comienza  la I Guerra Mundial, como le propuso Rubinstein.

Romaine Brooks – Le trajet, c. 1911 – Smithsonian American Art Museum
Sus romances se continuaron, su vida amorosa fue intensa y libre. Su relación más constante fue con la escritora Natalie Clifford Barney, que duró décadas, y con ella mantuvo una relación no convencional durante años: el trío con Lily de Gramont. Cuando cumplió los 90 años, la pintora, cansada de las infidelidades y de las idas y venidas de la escritora, termina definitivamente con la relación.

Romaine Brooks – Femme aves des fleurs, 1912 – Smithsonian American
Hasta el final de su carrera, Brooks, siguió pintando retratos de mujeres lesbianas. Mujeres, muchas de ellas, que formaron parte de su historia personal/pasional. De hecho, en un alarde de mal gusto, Truman Capote dijo que sus cuadros eran una “galería de bolleras”. Evidentemente, el escritor americano (también homosexual), no supo ver más allá de la condición sexual de la pintora y de sus modelos. No así el poeta Robert de Motesquiou, quien  la llamó “ladrona de almas”, sobrenombre éste que aún se utiliza para hablar de las pinturas de Romaine Brooks que, sin lugar a dudas, supo captar y plasmar en sus óleos, la esencia de las retratadas.


Romaine Brooks – Una, Lady Troubridge, 1924
 
Valiente siempre, Brooks, fue una defensora del lesbianismo y con sus retratos quiso dar  presencia,  relevancia,  visibilidad y deseabilidad a la identidad lésbica. Y lo consiguió.
 

Romaine Brooks – Peter (A Young English Girl), 1923-1924 –  Smithsonian American Art Museum
 
Al igual que muchos modernistas, llevó a cabo su auto exploración a través de su trabajo. Para ella, como para la mayoría de las mujeres de su época, esa tarea significó la recuperación de sí misma y de su vida erótica, y  es por ello que en sus cuadros  se aprecia un estilo tan libre como su propia vida.
Probablemente, fue ella misma quien mejor explicó su obra y su vida cuando dejó escrito su epitafio: “Aquí está Romaine, que sólo pertenece a Romaine”.
 


Autorretrato de la artista con 57 años, ataviada como un hombre. Ambigua, andrógina y elegante, porque  así se caracterizaban e identificaban las lesbianas de clase alta de la época unas a otras: por la indumentaria, la elegancia y el porte. Eran la nueva mujer.

 

PORTADA DE REVISTA: Bib Azahara Nº 6; septiembre 2018

  REVISTA Nº 6: Septiembre de 2018     Portada de Revista: Bib Azahar Nº 6