REVISTA Nº 3: junio 2018
Sociedad Deshumanizada:
Sonia Rive
SOCIEDAD
DESHUMANIZADA
Vivimos
en una sociedad deshumanizada
donde
miramos para otro lado
para
que nuestra tranquilidad no se vea afectada.
Una
sociedad
que
convive con la pobreza extrema,
mientras
llenamos la nevera
de
grasas que nos envenenan.
Una
sociedad condenada
que
nos ofrece palabras edulcoradas
con
azúcar refinada,
donde
los distintos tipos de sexualidad
se
catalogan de enfermedad rara.
Una
sociedad testigo de niños muertos en una playa,
donde
luego pondremos la toalla.
Una
sociedad donde
las
religiones acaban con el alma,
donde
las mujeres desaparecen
y
nadie las reclama.
Una
sociedad indigna heredera,
de
Luther King y de Mandela.
Una
sociedad que nos emborracha
para
alimentar nuestra ceguera,
donde
nuestras conciencias duermen
con
un pijama de rayas.
Una
sociedad que nos emplea
para
pagar la hipoteca
de
un banco que desahucia.
Una
sociedad donde la política
hace
cuentas
para
engordar su cartera.
Una
sociedad donde en los hoteles
se
gestan las guerras,
se
elevan los muros de la indiferencia.
Una
sociedad helada
que
se viste al abrigo
de
una infancia robada.
Una
sociedad que se alimenta
de
la naturaleza,
donde
trituramos animales con vida,
porque
nacen machos y no hembras.
A
ellas les cortamos el pico y las alas,
les
dejamos la luz dada
para
que no dejen de empollar
cáscaras
sin alma.
Una
sociedad donde
la
diversión tiñe de rojo la arena.
Una
sociedad donde los emoticonos
muestran
nuestras alegrías y nuestras penas,
donde
con un clic
difundimos
miserias
y
nos metemos en vidas ajenas.
Una
sociedad donde la educación
cercena
nuestras metas.
A
mi no te acerques,
¡huye!
soy una plañidera de la peor calaña,
soy
consciente de esto
y
no hago nada.
¿Dónde
estás, conciencia?
Te
llamo con gritos ahogados
de
una justicia sedienta
¡despiértame
de esta indolencia!
¿Cuántas
veces puede resucitar el alma?
Cuando
me he levantado
la
luna sangraba
por
todo lo que ha pensado
en
esta noche velada
mi
conciencia abrumada.
Lo
peor: Yo
haciendo
nada.
Quiero
empezar ya a cambiar mi vida,
a
plantar cara con pequeñas batallas.
Reescribiendo
mi alma,
juntaré
mil palabras.
Tal
vez alguien me lea
y
me guíe hacia la libertad ansiada.
Quizás
algún día,
la
mierda que nos rodea,
no
sea más que una pesadilla lejana.
***
Sonia Rive
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